Os recuerdo como os dije en clase que este viernes 27 de enero será el examen de los dos temas que hemos estado trabajando:
historia del alumbrado
lámparas fluorescentes
Este miércoles haremos un repaso, terminaremos vuestras preguntas y la profé hara sus preguntas y se verá la puntuación definitiva del concurso SABER Y APROBAR, se contaran los puntos desde el principio los ganadores se llevarán :
Como se puede apreciar al observar una lámpara incandescente normal, ésta posee una estructura extremadamente sencilla. Consta de un casquillo metálico con rosca (en algunos casos liso, tipo bayoneta) y un borne en su extremo, aislado del casquillo. Tanto el casquillo como el borne permiten la conexión a los polos negativo y positivo de una fuente de corriente eléctrica. Lo más común es conectar la parte del casquillo al polo negativo y el borne al polo positivo de la fuente.
Atomos del tungsteno o wolframio (W), metal del que está compuesto el filamento:
Cuando las cargas eléctricas atraviesan atropelladamente el metal del filamento de una lámpara incandescente, provocan que la temperatura del alambre se eleve a 2 500 ºC (4 500 ºF) aproximadamente. A esa temperatura tan alta los electrones que fluyen por el metal de tungsteno comienzan a emitir fotones de luz blanca visible, produciéndose el fenómeno físico de la incandescencia.
Y para terminar vemos el siguiente video y hacemos un resumen de la vida de unos de los grandes genios de la historia:
Hoy en día las lámparas de bajo consumo, en concreto las lámparas compactas fluorescentes (CFL), están remplazando progresivamente a las incandescentes convencionales, y tienen como inconvenientes los problemas que encontraís en este enlace y que he resumido debajo: http://eco.microsiervos.com/noticias/bombillas-bajo-consumo-salud.html
Artículos como El cambio a bombillas de baja energía puede causar problemas de salud , suplemento Crónica de El Mundo :
(…) algunos expertos advirtieron a los consumidores que deberán extremar los cuidados a la hora de deshacerse de las bombillas que se hayan fundido o roto para evitar la contaminación con el mercurio venenoso que contienen. La Agencia del Medio Ambiente del Reino Unido reconoció que tanto el comercio como las autoridades tienen que hacer mayores esfuerzos para informar al público de cómo hay que reciclar ese tipo de bombillas
(…) Según consejos del Ministerio británico del Medio Ambiente, si se rompe una bombilla de baja energía, hay que evacuar la habitación de personas durante un cuarto de hora como mínimo. (…) Según el toxicólogo David Ray, de la Universidad de Nottingham, citado por la BBC, una bombilla de baja energía tiene entre 6 y 8 miligramos de mercurio, cantidad que es por sí «muy pequeña». El peligro estriba en su acumulación en el cuerpo y especialmente en el cerebro por exposición repetida a ese metal (…)